En un mundo en donde la Inteligencia Artificial (IA) está transformando cada aspecto de nuestras vidas, ha creado un cambio en la forma en la que los humanos pasamos nuestro tiempo colaborando, al reestructurar flujos de trabajo que han definido por años la jornada laboral tradicional.
La tecnología siempre ha seguido el mismo patrón de comando y control, los seres humanos dan una instrucción y la computadora obedece, como una calculadora o una búsqueda en internet. Sin embargo, la IA llega a establecer un nuevo patrón el cual define nuestro resultado. Para utilizar la IA de manera efectiva, debemos colaborar con ella como si fuera un compañero, no una calculadora.
La conversación es clave
Cuando la IA llegó a manos de los usuarios, el mecanismo seguía siendo el mismo, incluso cuando Microsoft lanzó su IA Copilot en el 2023. Sin embargo, con el uso constate de esta herramienta, hemos aprendido a colaborar con ella de una manera más eficaz, hemos ido entendiendo que se trata de una conversación, no una orden. Los mejores resultados se obtienen co-creando con la IA.
Imagina que estás trabajando en una presentación de PowerPoint importante. En lugar de invertir tiempo en diseñar diapositivas en desde cero, puedes pedirle a Copilot para Microsoft 365 que te ayude. Sin embargo, no se trata de darle una sola orden y esperar el resultado perfecto. Cuando trabajas con alguien, no solo das la orden esperando que lo hagan bien en el primer intento, se da contexto, resultados esperados, etc. Lo mismo ocurre con la IA. Se le da a Copilot un prompt inicial, das un primer vistazo a lo que genera, ajustas y añades detalles. A medida que avanzas puedes pedir que profundice en ciertos aspectos, que sugiera contenido específico o incluso que lo genere, hasta llegar al resultado deseado. Este proceso de co-creación no solo ahorra tiempo, sino, que también se llega a resultados más perfeccionados.
Este nuevo patrón de colaboración entre humanos y la IA requiere que aprendamos nuevas habilidades y hábitos y desaprender otras. Tenemos que ir más allá del dar órdenes y comenzar a trabajar realmente con la tecnología, aprender a colaborar con la IA, algo que se asimila a colaborar con tu compañero de trabajo. Este enfoque conversacional permite una mayor flexibilidad y creatividad en el proceso de creación, ya que puedes ajustar tus solicitudes sobre la marcha para poder ir refinando las respuestas de la IA en tempo real.
A medida que más personas y organizaciones adopten herramientas como Copilot, el trabajo como lo conocemos se transformará de manera positiva y significativa. Nos permite ser más creativos, eficientes y colaborativos. Así que, la próxima vez que te enfrentes a alguna tarea o proyecto desafiante, recuerda que no estás solo, tienes un Copiloto de trabajo listo para ayudarte a alcanzar tus metas.
¿Te gustaría conocer más sobre como co-crear de la mano de Copilot? ¡Contáctanos!
Colaboración de Ana Karen Carrillo
Mercadotecnia Microsoft CompuSoluciones