En los últimos años hemos visto como la tecnología y las aplicaciones han empezado a formar parte de nuestro día a día. Ya quedaron atrás los días de ir y rentar una película, o ir a comprar un CD para escuchar nuestra música favorita; gracias a la tecnología, se facilitan muchas de nuestras actividades, tanto de ocio como de productividad.
La pandemia por COVID, sin duda, trajo cambios en muchos aspectos de nuestras vidas, y estos también afectaron a las organizaciones, durante y después del confinamiento los clientes tuvieron que cambiar la forma en que consumían productos y, por ende, también obligo a que muchas organizaciones tuvieran que reinventarse o quedar relegadas por nuevos competidores para finalmente desaparecer.
Las organizaciones se enfrentan a una serie de retos, o tal vez, ¿deberíamos decir oportunidades? Si bien es cierto que el poder ser competitivo en un mundo cada vez más digitalizado puede sonar difícil y quizás hasta amenazante, también da a las organizaciones la oportunidad perfecta para cambiar su estatus y generar en ellos esa chispa de innovación que cada vez más piden nuestros clientes.
Estos desafíos de la nueva digitalización de los servicios nos dan oportunidades. Por un lado, nos va a permitir cambiar la manera en que “tradicionalmente” hacemos la cosas, explotando nuestras fortalezas y reduciendo debilidades, pero haciendo uso de las nuevas tecnologías. Siendo más innovadores, teniendo mayor cercanía con nuestros clientes, poder conocer sus intereses y preocupaciones de nuestro producto o servicio, lo que lleva a un círculo virtuoso donde nuestros clientes se sienten satisfechos por el servicio que reciben a la vez que nos dan ideas de lo bueno o lo que se necesita mejorar para seguir estando satisfechos.
Las nuevas tecnologías para generar valor a nuestros clientes
Una de estas tecnologías cada vez más utilizada es la de las aplicaciones nativas de la nube, pero ¿qué significa esto?
Para esto hablemos primero cómo se diseñan las aplicaciones “tradicionales”. En éstas, todas las funcionalidades que requerimos se diseñan y programan como un solo bloque. Esto conlleva una serie de retos como la poca flexibilidad para añadir nuevas funcionalidades, poder escalarla, y es susceptible a que un pequeño error deje inoperable dicho bloque. Por lo anterior, este tipo de arquitectura hace que sea muy complicado poder desarrollar nuevas funcionalidades, y nos casa con una tecnología en específico lo que reduce nuestra capacidad de innovación.
Para solventar estos problemas es que surgen las aplicaciones nativas de la nube; las cuales hacen uso de los microservicios para hacer que los nuevos desarrollos de aplicaciones utilicen las bondades que nos brindan; como poder separar cada una de las funcionalidades de nuestra aplicación y poder manejarlos de forma independiente lo que ayuda a mejorar la seguridad, da la posibilidad de utilizar el lenguaje de programación que mejor se acomode a la funcionalidad, y sobre todo, nos permite poder ejecutar nuestra carga de trabajo en cualquier parte de nuestra nube híbrida.
Como vemos, el desarrollo de aplicaciones nativas de la nube nos brindan una herramienta poderosa para e acelerar el diseño de aplicaciones nuevas, optimizar las que ya tiene y conectarlas entre sí, con el objetivo es ofrecer las aplicaciones que los usuarios desean al ritmo que necesita la organización.
Sin embargo, las aplicaciones nativas de la nube solo son un paso para lograr la transformación digital en nuestra organización, también requerimos de las herramientas necesarias y cambios en como nuestro personal interactúa con la TI. Por ello, requerimos de una plataforma completa que brinde a todos los involucrados las herramientas necesarias para llevar a cabo la transformación de nuestras organizaciones. Para nuestra gente de operaciones requerimos poder brindarles una plataforma homogeneizada para poder desplegar las aplicaciones y cargas de trabajo ya sea en servidores físicos o virtuales dentro de la organización hasta las diferentes nubes que existen en el mercado, para nuestros desarrolladores debemos ofrecerles las herramientas para que puedan diseñar, probar, implementar y ejecutar las aplicaciones.
Una plataforma ideal para aplicaciones nativas en la nube
Si te estás preguntado qué plataforma puede ofrecerme todas estas herramientas que necesito para poder integrar las aplicaciones nativas de la nube en mi organización, la respuesta es Red Hat Openshift. Red Hat OpenShift ofrece una plataforma unificada y flexible para abordar las diversas necesidades empresariales: desde una herramienta de organización de Kubernetes para las empresas, hasta una plataforma completa de desarrollo de aplicaciones en la nube que puede implementarse como una solución autogestionada o como un servicio de nube totalmente gestionado. Brinda la flexibilidad para diseñar aplicaciones nuevas, modernizar las actuales, ejecutar las de los proveedores de software independiente externos o utilizar los servicios de la nube pública.
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Colaboración de Edwin Ortíz
Ingeniero de preventa y soporte técnico